LA HIPERACUSIA
La hiperacusia o hipersensibilidad al sonido es una afección
donde el paciente presenta una mayor sensibilidad a los sonidos
cotidianos. Si sonidos de nuestro día a día (ruidos cocina, baño,
reuniones, eventos deportivos, obras de construcción, sirenas, ruido
semáforos,…) tienen un volumen normal para la mayoría de las personas, para pacientes
con hiperacusia, pueden percibirse como molestos y desencadenar respuestas
anormales como miedo, molestia y dolor.
Aunque la hiperacusia puede ocurrir de forma aislada, la
mayoría de las veces se asocia con tinnitus y pérdida de audición.
Causas de la hiperacusia
Las causas de esta afección no han sido establecidas con claridad.
Existen diferentes vías de aparición, como lesiones en el nervio auditivo,
malformaciones de nacimiento, exposición continua a ruidos intensos,
traumatismo craneoencefálico.
Síntomas de la
hiperacusia
Aunque habitualmente las molestias se
producen ante ruidos intensos o repetitivos, se puede
producir una reacción severa ante ruidos mucho menos intensos. Además de esas
molestias, los problemas
de atención y concentración, la excesiva irritabilidad o la
voluntad de aislamiento, pueden ser al mismo tiempo consecuencias de que
este trastorno, pero también las alarmas que nos llamen la atención. Los mareos, dolores de
cabeza intensos, acúfenos, fatiga
mental y física, o los problemas para conciliar el sueño, son también problemas habituales asociados a la
hiperacusia.
Tratamiento
hiperacusia
El tratamiento más habitual en el
caso de la hiperacusia es la reeducación
auditiva y la sonoterapia. Lejos de
aislarse y evitar los sonidos, hacer procesos de rehabituación en los que la exposición a sonidos de
manera controlada y planificada, resulta útil para controlar
y regular la sensibilidad.
Por ejemplo, puedes reproducir tu
música favorita a un volumen bajo y dejar que se reproduzca en segundo plano
todos los días. A continuación, envuélvete en un ruido de fondo un poco más
fuerte, por ejemplo, a un establecimiento comercial para acostumbrarte
nuevamente a los ruidos cotidianos. Es importante complementar estos
tratamientos, con entrenamientos de relajación o ejercicios de relajación
muscular a diario.
Hiperacusia en niños y
bebés
La hiperacusia
ocurre muy raramente en los niños. Si los bebés están inquietos, apenas duermen
o lloran toda la noche y se despiertan con ruidos "inaudibles" como
el ruido de la calefacción, hay posibilidad de que tu hijo tenga hiperacusia.
Los niños y los bebés muestran más signos de esta enfermedad a través de
señales físicas. Cuando suena el timbre, se sobresaltan, tiemblan, reaccionan
con miedo o agresivamente. Y aunque la hiperacusia puede ser muy estresante
para el niño afectado, no debe mantenerse alejado de ruidos u otros niños, ya
que un entorno permanentemente tranquilo puede empeorar la afección.
La Hiperacusia y sus
consecuencias
La hiperacusia puede
tener varios efectos negativos en la vida del paciente. Sobre todo, afecta la audición y el sueño, la capacidad de
concentración y el bienestar
emocional de la persona afectada. Muchas personas con hiperacusia se
retiran de su entorno social porque las voces y los más mínimos ruidos
cotidianos son tan desagradables que conviene evitar la confrontación. En algunos
casos, esto conduce al aislamiento
social, que en el peor de los casos puede llevar al miedo al fracaso o la depresión.
Por estos motivos, es muy recomendable contrarrestar esta enfermedad con una
terapia para tener una calidad de vida óptima.
Desde ZasVisión Laguna de Duero, queremos animarte a que si presentas estos síntomas,
visites nuestros Centros Auditivos. Te mostremos el tratamiento adecuado para
la afección de la hiperacusia y juntos de la mano, mostraremos el camino hacia una mejor calidad
de vida. A su vez, contamos con soluciones auditivas para conseguir reducir esa
sensibilidad frente a los ruidos cotidianos.
¡Pide ya tu
cita!
Comentarios
Publicar un comentario