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ACÚFENOS, ESE RUIDO MOLESTO



Escuchar un zumbido de oídos repentino puede ser alarmante. Y si no desaparece, puede causar confusión y algunas veces hasta puede cambiar la vida. Los acúfenos no son una enfermedad, sino más bien un síntoma que puede ser el resultado de muchas causas. Pueden ser provocados por pérdida auditiva, síndrome de Ménière, traumatismos varios, exposición a ruidos fuertes, estrés,…

La experiencia con los acúfenos, es distinta en cada individuo. Para algunas personas, son zumbidos, pero para otras son ruidos, silbidos, siseos, rugidos, sonidos como de cigarras, trinos o chirridos. Puede aparecer en un oído o en ambos.

Algunas veces desaparece, por ejemplo, en los días siguientes a un concierto con música fuerte, y otras veces no, puede llegar a ser frustrante, afectar en el trabajo, alterar el sueño y dificultar actividades como la lectura. Los acúfenos también pueden cambiar sus relaciones, tanto con su entorno general, como con quienes le rodean.

Tipos de acúfenos

Hay al menos cuatro tipos de acúfenos:

  • Acúfenos graves: son repentinos e inexplicables en su causa. Son como una tormenta de ruido, en la que el viento sopla, pero luego pasa. Pueden ir y venir. Usualmente, duran menos de tres meses y suelen ser tratables. 
  • Acúfenos crónicos: son de larga duración (más de tres meses). La afección empeora y se hacen cada vez más una parte central de la vida.
  • Acúfenos subjetivos: ruido en la cabeza u oídos que solo percibe el paciente. Son resultado de las reacciones auditivas y neurológicas a la pérdida auditiva, aunque pueden tener muchas causas. Son la mayoría de los casos.
  • Acúfenos objetivos: ruidos en la cabeza u oídos que otras personas pueden escuchar. El sistema circulatorio (torrente sanguíneo) y los movimientos somáticos (musculoesqueléticos) producen estos sonidos. Son poco frecuentes.

 

Tratamiento de los acúfenos

Debemos comenzar diciendo que los acúfenos, no tienen curación. Si es cierto, que existen tratamientos orientados a prevenir y reducir los síntomas. Los más habituales son el tratamiento sonoro, la mejora del sonido y el enriquecimiento sonoro.

 

El tratamiento más eficaz se basa en la adaptación de audífonos. Primeramente, debemos realizar una buena anamnesis y todas las pruebas auditivas pertinentes, por valorar si nuestro acufeno viene acompañado de pérdida auditiva o no. A continuación, tenemos que identificar el acúfeno, es decir, saber en qué frecuencias y a que intensidad se encuentra. Una vez hecha la adaptación, lo que conseguimos es que los acúfenos se oigan más bajos, si es cierto que van a estar ahí, pero no nos molestarán e incluso para poder oírlos tendremos que prestar mucha atención.

Algo importante que debemos intentar conseguir, es que durante la mayor parte del tiempo no prestar atención a los acúfenos y que nos relajaremos, ya que, cuanto más tranquilos estemos, el acúfeno también lo percibiremos menos. Tenemos que intentar tomar el control de nuestro acúfeno, oírlo cuando queremos, ese es el objetivo.

También hay otras terapias que pueden ser de ayuda:

·Terapia sonora: evitar el silencio para así oír nuestro acúfeno de una manera que no moleste.

·Terapia de grupo: conocer a otras personas con el mismo problema y compartir experiencias nos ayudará a aceptar nuestro acúfeno y a reducir el impacto emocional.

En Zas Visión Laguna de Duero, contamos con la última tecnología en audífonos especializados en el tratamiento de los acúfenos, tanto para uso diurno como nocturno, mientras duerme. La mayoría de estos dispositivos, incluyen una funcionalidad inalámbrica, que le dará la opción de que el tratamiento sonoro se transmita desde un dispositivo Bluetooth.

¡No dejes que los acúfenos alteren tú vida¡, ¡Visítanos!

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