¿POR QUÉ UN AUDÍFONO?
El primer paso para que una persona con problemas de
audición vuelva a oír bien y recupere la normalidad en su vida, es que no
niegue su pérdida auditiva. Puede parecer una obviedad, pero en general a todos
nos cuesta mucho aceptar que no oímos igual que antes.
No es
un problema raro y, aunque su frecuencia aumenta con la edad (presbiacusia),
cada vez son más los jóvenes y adultos afectados por este tipo de problemas. Y lo
peor del caso es que se estima que cerca de la mitad de las personas con
pérdida auditiva no son tratadas a tiempo.
Lo cierto es que si últimamente, te tienen que repetir las palabras, a veces hay
cosas que no entiendes, tienes que poner más alta la TV, si cuando estás en un bar con amigos a veces
desconectas de la conversación porque te cuesta seguirla, o si empieza a no
gustarte hablar por teléfono porque te supone un sobreesfuerzo, lo más probable
es que tengas algún tipo de pérdida de audición y necesites hacer una revisión
auditiva.
Esta
situación afecta y condiciona la calidad de vida de personas de todas las
edades. El desarrollo del lenguaje oral, del pensamiento y las relaciones con
los otros dependen de nuestra capacidad auditiva. La sociedad no está concienciada
sobre ello, pero la pérdida auditiva, si no se trata convenientemente, pueden
llevar a la persona a sentirse insegura, sufrir discriminación, soledad y
aislamiento.
En la
mayoría de los casos una prótesis auditiva o audífono ajustada a cada caso y
bien adaptada, mejora o soluciona el problema. Quizá después de hacer
una revisión auditiva, encontramos una pérdida muy leve pero, también en estos
casos, llevar audífono te puede hacer recuperar la vida que llevabas antes. En
contra de lo que tendemos a pensar, los audífonos no son solo para personas con
pérdidas auditivas graves. En realidad, se usan igual que las gafas: si tenemos
un problema auditivo, por pequeño que sea, el audífono hará que volvamos a oír
bien y, a la larga, acabará formando parte de nuestra rutina, igual que lo
hacen las gafas cuando la pérdida es visual.
De la misma manera, podemos encontrarnos personas de
nuestro entorno, ya sean familiares, amigos o conocidos, que hayan usado o
estén usando audífonos, cuyo resultado adaptativo no sea el esperado. Aquí no
tenemos que tener una imagen receptiva de los audífonos, ya que hay que pensar
primeramente, que cada adaptación es diferente y a continuación hacer una
valoración sobre la
capacidad auditiva, el trabajo y actividades, limitaciones físicas, trastornos
médicos del paciente, aspectos económicos, que nos determinen si
ese audífono era el correcto para ese paciente, o bien que debido a su
capacidad auditiva el resultado no sea del todo satisfactorio.
Existen
varios tipos de audífonos, de diferentes marcas, diseños y tamaños. Cada uno de
ellos ofrece ventajas diferentes y responden mejor a cada tipo de pérdida
auditiva.
Los audífonos, además, consiguen mejorar la calidad
del sonido, para casos de lesiones neurosensoriales que nos hagan oír las cosas
distorsionadas o "no tan fino" como solíamos. Y también pueden ser
muy útiles para anular los pitidos o Tinnitus, emitiendo un sonido inverso a la
frecuencia del pitido.
En definitiva, los audífonos consiguen normalizar la
vida de las personas, más que dificultarla por el hecho de llevar un aparato en
el oído: si oímos mejor, nos comunicamos con mayor facilidad, y eso se traduce
en mayor seguridad y libertad de quien usa el audífono, y mayor tranquilidad de
los que lo rodean.
Desde Zas Visión Laguna de Duero, queremos animarte a
que hagas revisiones auditivas periódicas y uses los audífonos cuando se
necesiten, porque mejorarán tu calidad de vida.
Y también queremos animarte a que no tengas miedo a
realizar revisiones auditivas a los más pequeños de la casa. Si ves que no se
comporta como los otros niños o niñas, o que le cuesta más aprender a hablar
que a los demás. Piensa que el aprendizaje se basa en la imitación y que con
problemas de audición es muy difícil imitar los sonidos. Si tu hijo/a tiene
algún déficit auditivo, lo mejor es que se familiarice con los audífonos de
pequeño.
Soluciones para oír bien tenemos, ahora solo falta que
las utilicemos sin complejos.
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